Los orígenes de la cocina.
En la antigüedad, la gente cocinaba en fuegos abiertos que se construían afuera en el suelo. Más tarde, se usaron construcciones de mampostería simples para sostener la madera y la comida.
En la Edad Media, la comida a menudo se colocaba en calderos de metal que colgaban sobre el fuego. Estas áreas de cocción naturalmente hicieron que las personas se reunieran, ya que eran
la principal fuente de calor, luz, seguridad y, por supuesto, alimentos.
El humo y el hollín creados a partir de los incendios fueron un gran problema hasta el siglo XVI, cuando las chimeneas se usaron ampliamente en los hogares. Con una chimenea, se sacaba
humo del gran salón, lo que facilitaba la respiración y creaba grandes fuegos de cocina en chimeneas.
El desarrollo de estufas
Las tendencias económicas y la política tuvieron una gran influencia en el diseño y la función de la cocina. Los avances tecnológicos fueron constantes, la mayoría de los cuales tenían como
objetivo reducir la mano de obra y el tiempo. En el siglo XVIII, las estufas estaban alimentadas por leña. Una de las primeras estufas de cocina de leña fue la Estufa Stew o Castrol,
desarrollada en 1735 por el diseñador francés Francois Cuvilliés.
Las estufas de metal entraron en uso en el siglo XVIII. Un ejemplo temprano y famoso de una estufa de metal es la estufa Franklin, inventada por Benjamin Franklin en 1742. Tenía un camino
laberíntico para que escapen los gases de escape calientes, permitiendo que el calor ingrese a la habitación en lugar de subir por la chimenea. Sin embargo, esta estufa fue diseñada solo para
calentar, no para cocinar.
La revolución industrial alentó nuevos inventos, precios más baratos y nuevas formas de eficiencia económica y ergonómica. La estufa más común para calentar en el mundo industrial
durante casi un siglo y medio fue la quema de carbón. Las estufas de carbón vienen en todos los tamaños y formas y diferentes principios operativos. Dado que el carbón arde a una temperatura
mucho más alta que la madera, las estufas de carbón debían construirse para soportar los altos niveles de calor.
La estufa de Oberlin
En 1834, Philo Stewart diseñó una estufa compacta de leña de hierro fundido: la estufa Oberlin.
Era una estufa de cocina de metal lo suficientemente pequeña para uso doméstico, mucho más eficiente que cocinar en una chimenea, ya que aumentaba la capacidad de calentamiento y
permitía tiempos de cocción récord. Se convirtió en un gran éxito comercial; podría moldearse en formas y formas decorativas y podría resistir fácilmente los cambios de temperatura de calor a
frío. Estas estufas de hierro evolucionaron a aparatos de cocina especializados con tubos de humos conectados a la chimenea, a los agujeros del horno e instalaciones para calentar agua.
El paso a las estufas de gas
Las preocupaciones sobre la contaminación del aire, la deforestación y el cambio climático causaron una disminución en las estufas de carbón. El gas se convirtió en la fuente preferida de
calor, permitiendo que los hornos se volvieran más pequeños y ligeros. El inventor británico James Sharp patentó la estufa de gas en 1826. En la década de 1920, los hornos de gas se
usaban en la mayoría de las cocinas domésticas.
El ascenso del horno eléctrico
Entre los años 1920 y 1930, el horno eléctrico comenzó a competir contra el horno a gas. La Copeman Electric Stove Company, con sede en Michigan, recibió la primera patente para una
estufa eléctrica en 1912.
El desarrollo de la cocina moderna, posterior a la Segunda Guerra Mundial en adelante El auge inmobiliario y los avances en la fabricación de la Segunda Guerra Mundial tuvieron un
gran impacto en la cocina "moderna". Hubo una mayor demanda de tecnología y equipo de cocina que inspiró a los propietarios a derribar las paredes que alguna vez ocultaron sus cocinas
utilitarias. La cocina se estaba volviendo más silenciosa, limpia, mejor organizada y más fácil de trabajar; una fuente de orgullo y, lentamente, un lugar digno de atender a los invitados.
En las décadas de 1960 y 1970 se produjeron otros cambios sociales que mejoraron el estilo de la cocina. Un renovado interés en la cocina casera, fetiche de utensilios de cocina y
entretenimiento significaba que la vida estaba sucediendo, una vez más, en la cocina. La cocina se convirtió en una fuente para mejorar las habilidades culinarias, mostrar utensilios de cocina de
diseño y convertirse en el corazón de la actividad social. En la década de 1980, surgió la idea de una cocina completamente abierta, con electrodomésticos diseñados para presumir.
Cocinas contemporáneas
Los hornos de hoy son más eficientes en términos de tiempo, salud y energía. Nuestros electrodomésticos finalmente se están poniendo al día con nuestros estilos de vida exigentes y
de ritmo rápido. Los hornos de velocidad reducen el tiempo de cocción a la mitad, lo que ahorra la cantidad de energía utilizada durante el proceso de cocción. La cocina no se parece a la
cocina, en el sentido tradicional. Ahora es un espacio limpio, con una gama completa de electrodomésticos elegantes que buscan un futuro sostenible