Desde la bombilla colgando del cable hasta la iluminación genérica de un punto de luz central dentro de una lámpara. Si lo que de verdad estás buscando es que la LUZ de tu vivienda sea la idónea, estos son los detalles que debes tener en cuenta:
1. Prevé los puntos fuertes.
Debes tener en cuenta cuales son los fuertes de tu decoración: cuadros, mesillas, aparadores o muebles que poseen una importancia especial. Antes de realizar cualquier reforma o cambio, deberás tener en cuenta cuales son los más relevantes del espacio.
El uso de tiras LED, o focos concentrados te va a ayudar a destacar cada uno de los espacios y elementos; o a desarrollar la tarea oportuna. Es importante también no volverse loco: No todos los techos tienen que ir encuadrados en tiras LED.
2. ¡Esta luz brilla demasiado!
No todas las estancias necesitan la misma luz, ni cantidad ni temperatura. Debes tener en cuenta el uso que le vas a dar a ese espacio y cuanta luz necesitas para desempeñar ese uso. Además, la calidez de esa luz: no conviertas tu salón en una oficina. Las zonas de descanso necesitan una luz más cálida y tenue, mientras que las zonas de trabajo exigirán una iluminación más fría y concentrada.
Puedes apoyarte también en tulipas más o menos densas, que te ayuden a matizar o difundir esos focos de iluminación.
3. Las sombras tenebrosas.
Hay que prestar atención a las sombras que se proyectan; a nadie le gusta despertarse de la siesta y descubrir la sombra de un perchero en la pared. ¡Parece una persona… EN MI CASA!
Además, siempre debemos sacar el máximo partido de la luz natural. El uso de espejos o eliminar elementos que obstaculicen esa entrada de luz, pueden ayudarte a ahorrar en tu factura y conseguir que no te canses de esa iluminación invariable de tu vivienda.
4. El tamaño importa.
Una lámpara puede ser un punto destacable de una habitación o salón, pero que no le quite el protagonismo a todo lo demás. Las piezas sobredimensionadas pueden llegar a molestarte o incomodar tu estancia.
5. La luz ayuda en las viviendas de concepto abierto.
Si tu vivienda comparte diferentes usos en una misma estancia, la iluminación puede ser tu aliada. Cambiar la intensidad de la iluminación del salón y el comedor, y potenciar la luz en la cocina es uno de los ejemplos; manteniendo el concepto abierto lograrás separar usos y conseguir que, cada espacio, tenga la luz óptima para estar en él.