En este 2018, las cocinas abiertas siguen ganando terreno frente al modelo tradicional de cocina cerrada porque lo más novedoso es acercar la cocina al resto de la vivienda, rompiendo con todos los obstáculos.
Las cocinas integradas en el salón tienen una gran cantidad de ventajas en cuanto a diseño y espacio. Dan una mayor sensación de amplitud, de desahogo y aportan luminosidad, ya que todo se convierte en un único espacio dado que no existen paredes que se interpongan en el paso de la luz.
El concepto open space es sinónimo de aprovechamiento y polivalencia de los espacios abiertos a nuestros salones. Estamos ante cocinas que responden a un estilo cosmopolita y a un concepto de vida muy actual.
Es una manera de potenciar el papel de la cocina como centro de reunión y charla con familiares y amigos. ¿Qué mejor forma de pasar buenos ratos con nuestros familiares y amigos que en una estancia en la que se combina nuestra cocina de diseño con el salón, centro neurálgico de risas y confidencias?
Sin embargo, ¿cómo podemos conseguir el equilibrio entre dos estancias tan diferentes?
Algunos factores a tener en cuenta son las gamas de color, los estilos decorativos, los textiles, suelos, paredes… Hay una gran cantidad de recursos para alcanzar un buen resultado y que tus ambientes integrados reflejen un espíritu innovador y modernos, lo mejor para pasar tu día a día.
La idea es no saber realmente donde acaba un ambiente y donde empieza el otro.
Algo muy importante a tener en cuenta en estos casos son los humos, ruidos y malos olores, por ello los electrodomésticos juegan un papel primordial.