Una herramienta que nos permite de forma muy fácil, diseñar o reformar nuestra cocina teniendo en cuenta su funcionalidad, es el triángulo de trabajo. Si trazamos tres líneas imaginarias entre el frigorífico, el grifo y la zona de cocción, obtendremos un triángulo y dentro del mismo nos colocamos para trabajar. Las 4 normas básicas sobre este triángulo son las siguientes:
- En total, el triángulo no debe superar los 8 metros, es decir no más de 3 metros entre cada punto y no menos de 1,20.
- Hay que poner zonas de preparación entre cada punto. Una por cada punto son 3 zonas auxiliares.
- La zona de limpieza de alimentos se coloca cerca del fregadero y debe ser de 90 centímetros aproximadamente.
- Y por último, lo mejor es evitar que haya obstáculos cerrando el paso entre los tres puntos del triángulo.
A continuación mostramos algunas de las opciones de distribución más comunes del espacio de nuestra cocina atendiendo a esta pequeña regla geométrica.
Cocina en L
La punta del triángulo va donde se juntan las dos partes de la L. Nos da la posibilidad de utilizar una esquina de la casa, o integrar la cocina en el comedor, o incluso incorporar una pequeña mesa.
Cocina en Paralelo
Son muy útiles para aprovechar bien el espacio. En este caso el triángulo de trabajo es equilátero. Ofrece dos zonas de trabajo enfrentadas para más eficiencia. Sirven para aprovechar bien el espacio, pero forman un corredor de paso y hay que evitar la congestión.
Cocina En Línea
Este diseño no forma precisamente un triángulo, pero es interesante cuando no disponemos de mucho espacio. Las tres zonas están en la misma línea y lo mejor es que el fregadero se encuentre entre la zona de cocción y la zona de frio.
Cocina en U
Cuando disponemos de más espacio para nuestra cocina podemos optar por una cocina en forma de U con el grifo en el medio. Debemos evitar que las 3 zonas queden muy lejos. En ese caso podemos poner una isla central. Para ser más eficientes en nuestros desplazamientos.
Cocina en G
Una variable de la cocina en U. Pero con una zona exterior añadida para sentarse o de preparación formando una península. Son muy útiles cuando queremos integrar la cocina en el salón separando conceptualmente los espacios.
Cocina con Isla Central
Las cocinas más grandes y espaciosas suelen necesitar una isla en medio para que las tareas sean eficientes. Son ideales para espacios abiertos y rectangulares. Son necesarios al menos 1,20 metros alrededor de la isla para trabajar con facilidad.
Este triángulo nos ayuda a repartir de forma eficiente nuestras zonas en la cocina. Pero podemos ser flexibles cuando aplicamos este tipo de reglas, podemos pensar en un rectángulo si añadimos la zona de horneado, más zonas de almacenamiento y demás espacios en la cocina.
Al fin y al cabo se trata de trabajar con la máxima comodidad posible y crear espacios donde el usuario disfrute mientras cocina.