Cada día son más las personas que apuestan por realizar reformas en sus viviendas sea por necesidades de espacio, distribución e simplemente estéticas; todo ello, en pro de garantizar el mayor confort y funcionalidad posible para el usuario. Los cambios constantes en el estilo de vida de las personas obligan a tener una visión siempre hacia el futuro de lo que será el espacio, por lo cual, aunque se apliquen soluciones arquitectónicas y de diseño que parecen definitivas al momento, se deben tener la previsión que lo definitivo puede pasar a temporal, debido al propio deseo de cada propietario de renovar, sorprender, o simplemente resolver una necesidad.
Es por ello que a nivel de interiorismo, cada vez son más las soluciones que surgen y se proponen para ofrecer un cambio de ambiente lo menos invasivo posible en cuanto a obras, arquitectura y presupuesto. Un gran ejemplo de esto, y siendo quizás de los elementos más representativos dentro de un espacio, son las paredes y sus revestimientos. Anteriormente, se solía pintar con un único color y quizás aplicando distintos materiales para otorgar algo de textura sobre el muro para así obtener hacer un juego entre tacto y sombras. Otra de las opciones más tradicionales es lo que se conoce como alicatado, que consiste en colocar todo tipo de azulejos o baldosas de cerámica o porcelánico en una pared o suelo. Los azulejos pueden variar en su tamaño pero la técnica es la misma.
Este último proceso todavía se sigue usando, sin embargo las últimas tendencias apuntan a que vuelve a estar de moda el uso de la técnica de los papeles pintados para revestir paredes.
Aunque antiguamente era común su uso, este revestimiento se ha modificado y adaptado a las tendencias actuales para crear diseños modernos, texturas cautivantes, materiales de calidad y adaptado para cada tipo de espacio, como zonas húmedas y secas por ejemplo.
Cada marca prevee una tipología diversa para los papeles, pero en general se pueden distinguir varios tipos en los que destacan: el Papel pintado gofrado (colocado con cola), los vinílicos, los autoadhesivos, los base textiles y texturizados. Muchos de ellos están preparados para zonas “difíciles” tales como baños y traseras de cocina.
Igual que pasa con la pintura, las características de la habitación vendrán marcadas en esencia por el color que elijamos. Como ejemplo, los papeles que incluyan tonos claros como el blanco o el amarillo son promotores de la luminosidad de la estancia, mientras que por su parte los colores fríos pueden producir un efecto de espaciosidad, y relajación la vista. Lo que si es bien sabido, es que la pared que esté revestida con un papel adecuado para ese espacio, va a ser un punto directo para las miradas de todos los invitados. De esta manera, se procura la aplicación en paredes principales de zonas claves tales como islas y penínsulas dentro de una cocina, salones y estudios.
Una de las grandes ventajas que tiene el papel sobre técnicas como la pintura es que elementos como manchas, humedad u óxido pueden disimularse mucho mejor. Además es de fácil retiro por lo cual en cualquier momento que se desee cambiar el aspecto de un espacio, puede retirarse fácilmente y colocar uno nuevo que aporte tonalidades, texturas. Es por esto que es una técnica que en nuestros días se recomienda altamente para otorgarle a un espacio un toque de sofisticación y diferencia.
En Docrys & DC somos especialistas en Interiorismo, nuestro equipo estará encantado de asesorarle, si tienes alguna duda o comentario contacte con nosotros.