DuPont Corian contribuye a crear el entorno idóneo para los amantes del buen vino. Bodegas como El Rosalejo, en Toledo, han apostado por esta tecnosuperficie.
El mercado en torno al vino se ha convertido en un arte que exige a sus aficionados sensibilidad, sutileza y una fina aplicación de los sentidos. Para concentrar todas estas cualidades y desarrollar con éxito su labor, los catadores necesitan un espacio útil y acogedor integrado en una atmósfera neutra e higiénica que, además, permita apreciar en plenitud el color y sabor de los vinos.
Las prestaciones traslúcidas de la tecnosuperficie DuPont Corian dan la opción de crear expresiones de luz que posibilita aplicaciones ideales de este material para que el catador tenga la certeza de que el color del vino que observa es original, sin influencias ambientales que lo desvirtúen.
Las cualidades de DuPont Corian permiten amoldar todo el mobiliario, en especial las mesas de catas, al tamaño, forma y color deseado, manteniendo siempre un rendimiento excepcional al paso del tiempo. Además, sus inherentes condiciones higiénicas y fácil limpieza otorgan un aspecto impoluto a las superficies de trabajo, algo primordial cuando se trata de una mesa de catas, expuesta a que se manche o ensucie en cada sesión.
El Rosalejo
El estudio Mauro Cano Arquitectos es el responsable del diseño de la espectacular bodega El Rosalejo, en la provincia de Toledo. El proyecto, ejecutado con los materiales de mayor calidad del momento, cuenta con una mesa de catas realizada en tecno-superficie DuPont Corian: una especie de pirámide inversa con tres senos creados a partir de los lavabos, también de forma triangular. En la mesa se han ensamblado grifos a presión, para aclarar las copas, y unas lámparas que otorgan el máximo valor a los matices y tonalidades del caldo.
Según Mauro Cano, hasta este momento, había trabajado poco con DuPont Corian porque prefería siempre materiales tradicionales, aunque fuera para aplicaciones más modernas. Siembargo, esta mesa de catas debía integrarse en el interior de un bodegón, y en DuPont Corian encontró la garantía del tono de blanco apropiado para la escasa luminosidad del entorno y un material que cumplía con las especificaciones del enólogo y la bodega.
En las catas es muy importante la forma en que se refleja la luz para apreciar las tonalidades del vino. DuPont Corian nos concedió el tono de blanco adecuado para unirlo a la iluminación. Si la mesa se hubiera hecho con mármol blanco no podríamos garantizar el color apropiado, por lo que nos hubiéramos visto obligados a añadir elementos extraños, explicó el arquitecto Otro aspecto por el que Cano se decantó por DuPont Corian fue su facilidad de limpieza y mantenimiento, pues, en caso de que las manchas de vino fueran persistentes, siempre se puede lijar y pulir para que la superficie vuelva a tomar su color original.
Dimos muchas vueltas buscando un material convincente y que cumpliera con todos los requisitos, hasta que llegó DuPont Corian. Influyeron muchos factores en su elección, pero también nos sedujo que fuera un material muy maleable y fácil de taladrar, de modo que pudiéramos instalar los grifos y otros componentes, así como modificarlo en un futuro si fuera necesario, añade Cano.
La mesa se adapta a la geometría del espacio de catas donde se recoge la tensión provocada por los giros de los muros que componen el edificio. Realizada en DuPont Corian (en color Glacier White), la mesa ofrece un diseño vanguardista que recuerda además la forma de un racimo de uvas.
* Para más información: www.corian.es