Blum ha recibido la certificación del sistema de gestión energética según ISO 50001, después de una larga historia de prácticas sostenibles y otros muchos reconocimientos en este ámbito.
El fabricante de herrajes Blum ha recibido un nuevo reconocimiento a sus esfuerzos en el ámbito de protección medioambiental: al sistema modelo de gestión energética de la empresa se le ha otorgado, por primera vez, el certificado según la nueva norma ISO 50001.
En Blum actúan con el convencimiento de que una sensata conducta ecológica es a la larga incluso beneficiosa desde el punto de vista económico. Desde hace muchos años se toman medidas de protección del medioambiente en los diferentes sectores de la empresa: su primer sistema de gestión medioambiental fue instalado hace casi 20 años y la empresa obtuvo certificaciones según normas reconocidas (LGA, EMAS, ISO 14001).
Sobre estas bases se ha solicitado ahora el certificado ISO 50001 y la política energética del fabricante de herrajes ha sido recompensada. La empresa ha obtenido en septiembre de 2012, por primera vez, la certificación según la nueva norma. Esta es una clara señal de la importancia de los esfuerzos para lograr metas en el ámbito ecológico en Blum.
Políticas consecuentes a largo plazo
Objetivos definidos con claridad y la voluntad de la empresa de mejorar continuamente, así como indicadores documentados y las inversiones pertinentes, han sido requisitos imprescindibles para obtener la certificación según ISO 50001.
Se han valorado el desempeño energético y, en particular, las medidas de la empresa para aumentar la eficiencia energética. Blum realiza grandes esfuerzos en este sentido, implementando desde hace décadas medidas tales como la recuperación del calor de los procesos de producción para usarlo para calefacción (45% de ahorro). Otras son también el aprovechamiento de aguas subterráneas para acondicionamiento de aire y el enfriamiento de máquinas, así como procesos de reciclaje, medidas todas ellas que ayudan a ahorrar energía.
¿Qué es la norma ISO 50001?
La norma establece los requisitos que debe cumplir una organización para implementar, hacer realidad, conservar y mejorar un sistema de gestión energética. El objetivo principal de la norma es la continua mejora del rendimiento y la eficiencia energética.
Una consecuente gestión energética ayuda a las organizaciones a explotar el potencial no aprovechado de eficiencia energética y llevar a la práctica numerosas medidas con este fin. Las empresas se benefician con los ahorros de gastos y realizan una contribución fundamental a la protección del medioambiente y contra el cambio climático, por ejemplo mediante la sostenida reducción de emisiones de CO2.
* Para más información: www.blum.com
