Existen una multitud de estilos y colores por los que optar a la hora de decorar tu vivienda, y uno de ellos, es el monocromático. Ésta es una tendencia caracterizada por utilizar una misma paleta de colores, siempre predominando el mismo tono (o similar) en paredes, suelos y techos, muebles, lámparas y demás complementos del hogar. A pesar de su aparente facilidad, señalamos que conseguir un estilo monocromático no es una tarea sencilla, aunque lo parezca.
Cómo conseguir un espacio monocromático
El principal consejo que debes seguir es utilizar una misma tonalidad respecto al color que elijas. Utilizar varias tonalidades de un mismo color perjudicará la sensación de monocromatismo y no te permitirá alcanzar los resultados deseados.
Parece muy obvio así dicho, pero al decorar tus ambientes, cuando ves decenas de distintas telas, accesorios y elementos con los que rellenar tus espacios, puedes llegar a elegir colores que parecen similares pero acaban teniendo subtonos que no combinan y el resultado cambia mucho a la vista.
Aunque recomendamos escoger tonos claros para la decoración principal del espacio, una buena opción es optar por que sí sean oscuros en los complementos, para así conseguir un bonito contraste. Aunque éstos últimos tienen que ser los que menos prevalezcan, son simplemente para aportar un toque diferenciador que no haga el ambiente demasiado cargoso en cuanto a un solo tono. Pruébalo y verás lo mucho que mejoran tus espacios.
¿Qué tonos son perfectos para tu ambientes?
Ya ha entrado el inviernos en tu vida, y para aquellos que optéis por el monocromatismo para decorar vuestro hogar, existen varios tonos que podéis utilizar, como el blanco como color principal con un tono grisáceo o marrón suave para los complementos. La combinación será ideal.
También puedes escoger colores más fuertes como el naranja o verde, aunque el estilo será mucho más arriesgado. Todo depende de tus gustos y preferencias.